El pasado miércoles 25 de junio, nuestros estudiantes de las academias Forjadores Ambientales y Mini Forjadores Ambientales participaron en una salida pedagógica a la Granja Educativa Valle Chilenero, ubicada en el sector La Chimba al norte de Antofagasta. Esta visita, guiada por monitores especializados y acompañada por profesoras de nuestro colegio, tuvo como objetivo reforzar el respeto por los seres vivos, el desarrollo de habilidades sensoriales y sociales, y el aprendizaje práctico sobre el cuidado del medio ambiente.
Conexión directa con los animales de granja
Durante la visita, nuestros estudiantes conocieron y alimentaron a una gran variedad de animales como camélidos andinos, conejos de distintas razas, cabras, burros, ovejas y aves de corral como patos y gansos. Esta interacción directa permitió a niños y adolescentes identificar especies, observar sus comportamientos y desarrollar empatía, reforzando así el vínculo con la naturaleza y los seres vivos.




Aprendizaje multisensorial en un entorno natural
El recorrido por la granja ofreció a los estudiantes una experiencia de aprendizaje multisensorial. Mediante la observación, el tacto y la escucha activa, los participantes estimularon sus sentidos, fortaleciendo la curiosidad y la comprensión sobre la vida animal y rural. Incluso la suave llovizna que acompañó la tarde añadió un toque especial a esta vivencia en contacto con la naturaleza.
Educación ambiental con propósito
La salida pedagógica fue una instancia clave para reforzar la conciencia ambiental en nuestras academias. A través de actividades enfocadas en el respeto por el entorno, el reciclaje y el cuidado de los animales, los estudiantes aprendieron sobre la importancia de una producción sostenible, el ciclo de vida de los animales y la elaboración de productos naturales como la leche o los huevos.




Fomento del trabajo en equipo y la autonomía
La jornada también sirvió para promover habilidades sociales entre los estudiantes. Al colaborar en grupos durante las actividades, los participantes pusieron en práctica el trabajo en equipo, la solidaridad y la comunicación efectiva. Además, la autonomía se vio fortalecida mediante el cuidado responsable de los animales y la toma de decisiones durante la experiencia.
Una experiencia significativa que deja huella
Este tipo de salidas pedagógicas refuerza el aprendizaje experiencial, conectando a nuestros estudiantes con su entorno natural y cultural. En nuestro colegio, creemos que la educación se enriquece cuando los aprendizajes trascienden el aula, fomentando el pensamiento crítico, el respeto por la vida y el compromiso con el medio ambiente.